lunes, 27 de junio de 2011

Ese adiós / Ese qué tal

Arráncame el corazón. Quítame esos suspiros arrejuntados que tanto le hacen mal al cuerpo. Saca todo aquel lodo que se fue pegando a mis costillas. Y yo respirando alquitrán, olvidando lo bueno, lo puro, lo lindo de vivir. Lo bonito de ver el cielo despejarse después de la tormenta, ese placer de dormir después de un día pesado, o aquel vino tinto tan suave que probamos juntos que nos invadió el habla y nos mantuvo callados por horas... solo mirándonos los ojos.

Rogar nunca fue bueno, hincarme y postrarme en piso de piedra me arruinó las rodillas. Camino solo, cojeando de las piernas, perdido en una la ciudad, perdido en los intestinos de ese puerco gordo llamado metrópoli. Tomamos un vuelo a no se dónde. Sentí un déjà vu. La cabeza me daba vueltas y recordaba los suspiros eliminados. Te recordaba a ti. Recordaba a ese corazón que te llevaste con mi permiso. Lo quiero de vuelta. Me quiero a mí de vuelta. Quiero volver a lo tranquilo del mar. Volver a ver esos tus ojos tan hermosos. Estar callados, sin pensar. Solo amar.

jueves, 2 de junio de 2011