sábado, 10 de octubre de 2009
qué mierda
sábado, 3 de octubre de 2009
dude, your perspective of life sucks.
miércoles, 1 de julio de 2009
"La razón por la cual estoy escribiendo esto aún no es descubierta", o "el trato digno de las personas por su posición social."
Creo que debemos tratar a todos por igual.
Creo.
La verdad no pienso así. Prefiero tratar a cada persona como se merece ser tratada.
Si es una porquería de persona (digamos un asesino), lo trataré como porquería.
Si es una excelente persona (digamos la reina de Inglaterra) la trataré con excelencia, comportándome como todo un caballero.
Digamos que considero a la Reina como una excelente persona. Tal vez no lo es en absoluto. Tal vez es una cruel déspota que come elote en las mañanas (no existe una obra más despótica que alimentarse con elote en la mañana).
Y se puede pensar que tal vez, el asesino es tan educado como un caballero inglés, que nunca comería elote en las mañanas ni aunque fuera el último alimento en la tierra de los desayunos.
Eso es educado y galante.
No deberíamos tratar a las personas por igual. Unos merecen un mejor trato que otros. Eso es todo.
5, 3…
martes, 23 de junio de 2009
-hey!
-sin título-
domingo, 24 de mayo de 2009
hallo!
lunes, 27 de abril de 2009
Influenza y Comeback.
martes, 7 de abril de 2009
por compromiso
jueves, 26 de marzo de 2009
wish you were here
sábado, 21 de marzo de 2009
oh, perdón.
miércoles, 11 de marzo de 2009
¿superficialidad vs. profundidad?
sí, hoy estoy inspirado.
(sin título)
sábado, 7 de marzo de 2009
130
lunes, 16 de febrero de 2009
25 cosas
domingo, 25 de enero de 2009
¿Bien, y tú?
viernes, 9 de enero de 2009
Dolor
Recordó ese momento cuando cayó de la montura, el hospital. Silencio. Se sirvió una taza de café. Los doctores le dijeron que no podría montar más. Silencio.
Solo se oyó el leve tintineo de la cuchara al remover el café y la leche y el azúcar.
Silencio. Tomó un poco de los contenidos de la taza. Miró su pierna deshecha por la caída y el peso del animal. Recordó el insufrible dolor que sintió. Odió con todas sus fuerzas al maldito animal y odió con todas sus fuerzas a los doctores. Y más que nada, se odiaba a si mismo, por su vejez, por su estupidez.
Silencio.
Eran las seis de la mañana. Tomo un autobús con rumbo a su rancho. Al llegar lo vio tan feo y olvidado que se preguntó a si mismo si aquél era su rancho. Vio a su caballo pastando en el claro que había detrás de la casa. Lo ensilló.
De nuevo. Hospital. Dolor. Insufrible y maldito dolor.
-Si serás imbécil.- Se dijo.
Silencio.