sábado, 27 de febrero de 2010

el pulpo.


- ¡Camarero! La cuenta por favor- Podía oír en la mesa tres.
- ¡Camarero! Relléneme el whisky- Creía que ese grito provenía
de... de... posiblemente la mesa 7... ¿O tal vez la 9?

- ¡Joven! ¡Recaliente el filete que ya se enfrió!- Esa mesa era la dos.
- Enseguida lo atiendo caballero...- Decía atropelladamente a
cada petición de las mesas por las que pasaba.

Justamente hoy tuvieron que enfermarse sus compañeros:
Día de San Valentín y los "enamorados" llenaban las mesas.
El restaurante se llenaba de un calor dulce realmente sofocante.

Se estaba impacientando, mientras las órdenes de los comensales
destacaban entre el incesante murmullo "in crescendo" que
había en el restaurante.

Se sentía náufrago entre la veintena de enamorados que
saturaban el pequeño establecimiento de la Avenida Reforma.
No veía el sentido del día de San Valentín mas que era un
pretexto para el gobierno de ganar más dinero.

No tenía fundamentos en los cuales basar su hipótesis
pero le gustaba echar la culpa de todo al gobierno. Porque
normalmente era su culpa ¿No?

-¡JOVEN! ¡La cuenta por el amor de Dios!-

2 comentarios:

Mauricio dijo...

Deberíamos llamarte David Monterroso. Excelente!

David Villarreal G. dijo...

jaja te lo agradezco!
por cierto tu blog está también muy bueno!