jueves, 18 de marzo de 2010

"La buena conciencia de un asesino" o "El Laberinto Mental"


El sonido de la bala aún retumbándole en los oídos,
se dedicó a buscar una salida alterna.

Mientras repasaba todas las puertas de la casa, en su
cabeza todavía flotaba la imagen del hombre antes del
disparo.

-No quiero ni imaginarme la cara de su vieja cuando
lo vea todo ahí tirado. Peor tantito si lo ven los huercos.
Esa imagen no se las quitas ni con agua bendita.- Se dijo a
sí mismo. -Pero se lo merecía... o al menos eso me dijeron.

Le dijeron que solo fuera a la casa, disparara y se fuera.
Nunca le dijeron por qué. Solo quería hacerse creer que
tenía una justificación para lo que hizo.

Se detuvo.

Volvió en sus pasos y buscó una sábana. Llegó hasta el cuerpo
y lo tapó con torpeza.

-Mejor así- pensó.

Acto seguido prosiguió en su búsqueda por una salida.

1 comentario:

Fernando Cantú dijo...

interesante...
me recuerda a alguien pero no me acuerod a quien