martes, 11 de enero de 2011

concéntrate.

Le costaba un rato concentrarse. La radio raspaba sus oídos. El televisor cansaba sus ojos. Sus labios ardían contra los suyos. Pensaba en fuego, en agua, aire y de nuevo en fuego. ¿Cuál era el otro elemento? ¿Tierra? ¿Metal? ...¡Concéntrate imbécil! Ella está ahí. Frente a tu boca. Con sus ojos cerrados. Sus bellos ojos cansados... Quería verlos parpadear. Brillaban aún sin el reflejo de la luz.

No había mucha iluminación en el cuarto. Debía cambiar la bombilla de la lámpara. Oyó que algo se cayó de la mesa. Concéntrate. Algo se sentía fuera de lugar. ¿Acaso era él? ¿Ella? La bombilla debía ser. Bueno, eso no impidió oír su grito sobre todos los demás sonidos del cuarto: la radio, el televisor y su despistada mente.

-¡Concéntrate!

3 comentarios:

Mauricio dijo...

Wow, gracias por esto David, en verdad me gustó.

Necesitaba leer algo así.

Tiene mucha fuerza.

Buen comienzo, mejor final.

Azure dijo...

Sencillamente me embolo.

Todo pasa por una razon dijo...

Tienes mucha sensibilidad y delicadeza al escribir, tus letras llegan a lo profundo de cada persona.

Saludos,


Katy Torsion