lunes, 17 de enero de 2011

Lo hueco.

La verdad es que no estoy listo para muchas cosas. Cosas que realmente acentúan mi nivel de inmadurez (el cual no es muy alto, creo yo). Le temo al compromiso. Le temo a todo lo que conlleve un fracaso. Amoroso, por ejemplo: El enojo y las ganas enormes que te aguantas para decirle 'puta', el enamoramiento obsesivo que viene después. Finalmente, la dolorosa tristeza después de sentir el puñetazo de la realidad cuando menos te la esperas.

No estoy preparado para afrontar el hecho tan sencillo y final que es pensar en que no tienes a tu otra mitad. Y me siento ridículo al aplicar esa expresión, pero al decirla (o pensarla) me tiemblan las piernas, mi vista se nubla de gris y tengo ganas de esconderme en el bote de basura que esté más cercano para ya no salir de allí.

Piensas en la mayoría de las posibilidades que tienes con ella para elegir la peor. Esa posibilidad que te hará perderla, la que te hará odiarla, la que te hará tener unas ganas enormes de decirle 'puta', la que te hará enamorarte más y peor y la que te hará sentir que no estás listo para nada, mucho menos para ella.

Porque la mente es algo tan frágil que uno se sorprendería. Una palabra basta para hacer que nuestras manos exhiban movimientos dignos de un enfermo de Parkinson. Una palabra basta para que el corazón de un salto como un perro feliz por ver a su amado dueño de vuelta. Basta una palabra para que nuestra mente haga añicos a la razón y que pensemos lo fatal. Lo final. El horror.

Es impotencia. Se siente uno débil ante la sofocante realidad. Porque cuando uno sea viejo y deshechable, esa 'otra mitad' es tan indispensable como el oxígeno mismo.

2 comentarios:

jp_guajardo dijo...

me gustó mucho david.
me agrada como resaltaste el "hará" y como distingues "puta" y "otra mitad". creo que esas palabras dicen mucho de todo el escrito.
mente-miedo-imaginación-ideas(fracaso).
escucha "after the storm" de mumford & sons. justamente la escuchaba mientras leía y creo que se pueden relacionar, o por lo menos yo lo hice.
jp.

Mauricio dijo...

Leyendo esto me acordé de Geugin (¿se escribe así?) el de Hey Arnold, creo cuando el personaje se quiere meter en un bote de basura, ajja.

Por otro lado, excelente. Me encantó. Es de lo mejor que haz escrito (a mi parecer).

Muy bueno.