Me recargo en mi asiento de la sala de espera en el aeropuerto buscando una manera de mejorar estéticamente mi caligrafía. Veo las noticias sin concentrarme, volviendo mi atención a los diferentes acentos que mi mente alcanza a detectar:
¿Qué decís? Can we get some water before the plane arrives? Chingao, se me quedó el regalo en el hotel.
1 comentario:
No son pocas esas veces.
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