domingo, 19 de septiembre de 2010

unos bellos enebros

Claro, no siempre fuí la triste caja de madera podrida que
soy ahora. Antes me podía hacer llamar un verdadero hogar.

Hubo buenos tiempos. Yo era cien enebros hace cien años.
Extraño esos tiempos. Mi vida era la brisa del bosque, sin
presiones, sin esfuerzos: el sólo balanceo de mis cuerpos,
acompasados con miles de árboles más. Éramos una bella
compañía de enormes bailarines paralíticos.

Lo feo llegó con el monstruo de la naturaleza: el hombre.
Hicieron a mis cien cuerpos uno solo. Una sola estructura,
fija, rota, desnuda. Una orgía no buscada. Una unión anti-
natural.

Lágrimas de savia humedecieron mis cuerpos destrozados
por el hombre.

El consuelo llegó más tarde. Fuimos hogar. Y no un hogar
cualquiera: éramos hogar de una hermosa familia. Jóvenes
padres con sus dos hijos. Su cariño calentaba hasta las más
pequeñas fibras secas de mi interior. Fue un volver a ser
feliz, un volver a ser cien enebros unidos, tomando el
momento como un pasado vagamente recordado.

No duró mucho. Se fueron y olvidaron el hogar que los vió
ser felices por un rato. Una felicidad tan fugaz, que no se
podía considerar como tal. Fue un pequeño placer dentro
de la tortura fija de ser estructura.

Es estar en una hoguera que no acaba: una gota de agua
mojándonos la lengua, recordándonos el placer de las
pequeñas cosas en la vida.


Vino la putrefacción a quitarnos la unidad que parecía eterna.
Y de alguna manera, dentro de ese alivio de salir de la unión
asquerosa a la que los enebros fuimos sometidos, vino la tris-
teza a recordarnos que no todo es malo. No todo es bueno.
Todo es un feo gris que ciega nuestras expectativas.

Terminamos siendo un esqueleto de lo que en algún tiempo fue:
unos bellos enebros, una monstruosa estructura, un hermoso
hogar, una vieja y triste caja de madera podrida que solía llamar-
se casa.

C'est la vie.

3 comentarios:

Fernando Cantú dijo...

Hablándole al chile, carnal... Se lució.

Fernando Cantú dijo...

por cierto, la foto del inicio. ¿Son las madres de la plaza de mayo?

David Villarreal G. dijo...

primero, muchas gracias por el comentario hermano.
jaja segundo, no. esa foto es cuando se legalizó que la gente afroamericana tuviera derecho a estudiar en colegios de blancos... esa mujer que vez con los lentes es de las primeras que se atrevieron a entrar al quite...
la gente de atrás son personas que se están burlando de ella. basta decir que me impactó la imagen...